Adaggio autumn dialogando con Leonid

Arte

viernes, 8 de febrero de 2013



DEJAR LUGAR EN LA CABEZA  por Prof. Francis Gásperi
Una entrevista al artista de tiempo completo.

Abrimos nuevamente nuestro diálogo sobre cuestiones  del arte nuestro, y que mejor que estrenar el año con un artista de tiempo completo como le gusta autodenominarse. Para eso nos arrimamos a ese lugar inigualable que es el entorno del Castillo Barón de Mauá, bien al oeste de nuestra ciudad, donde  desde hace tres años funciona el taller de Julio Fajardo. Artista polifacético e inquieto como pocos, investigador tenaz de los procesos plásticos, creador de insospechadas técnicas artísticas, promotor de múltiples ideas para generar espacios donde el artista sea reconocido y respetado por su trabajo y producción intelectual. Este incansable y generoso artista, puede entenderse perfectamente con el dibujo, la pintura, la restauración artesanal de muebles antiguos de madera noble, decorador de interiores, luthier y músico de a ratos, escultor y tallador de pequeñas piezas.  De hablar tranquilo, nos dice que su camino a estas tierras, se inicia desde su Flores natal, junto a su padre, su madre rodoense,  y un hermano mayor, se instalan por un tiempo en Egaña, a sus seis años,  se afincan definitivamente en Mercedes, lugar actual de residencia. Actualmente casado y con hijos, está dedicado exclusivamente a pintar y a impartir docencia en su taller. De entre sus memorias rescata que terminada la escuela, realizó estudios en el Liceo Campos con el viejo plan Piloto del 63, cuyos contenidos tuvieron un fuerte contenido en las artes y la artesanía. Tiene recuerdos para sus viejos profesores, Lockhart, Besenzoni, “la turca” Barjun muy buena docente de dibujo, y antiguos compañeros hoy fallecidos. Desgranando historias  entre mate y mate,  observo que el taller se encuentra en la segunda planta del castillo, excelentemente ambientado,  techo a la porteña sin cielorraso donde se ve la muy impresionante y añosa tirantería,  cuatro habitaciones con un buen piso de madera  repletas de obras. En rápido vistazo puedo apreciar investigaciones escultóricas, cuadros en pequeño formato que ya los habíamos apreciado en la exposición montada en el jazz a la calle conviviendo con  otras sin terminar de sus alumnos;  obras en diferentes estilos y tendencia cromática, móviles de madera. Se respira a  taller. Es un verdadero gusto estar acá. Cada lugar tiene su propia luz, como espacios dedicados a diferentes etapas de la creación, también muebles comparten el lugar y  el tiempo de este  artista, dedicado desde muy pequeño a restaurarlos, ha desarrollado gran habilidad artesanal, completando  su otro “oficio” el arreglo de  instrumentos musicales, guitarras y violines. La madera es una compañera fundamental. ¿Cuando nace el artista? Se reconoce como una persona que  siempre le gustó el dibujo, es más, se define como dibujante, su formación es ecléctica y a la vez autodidacta, tiene un ojo muy educado para apreciar elementos decorativos de indescifrables orígenes, que pueden ser de corte indigenista o africanos, todo pasa por su tamiz y los va volcando en la tela o en la tabla, previo a muy creativos procesos internos. Desde chico lo deslumbra Dalí o Picasso, y aunque su formación es en solitario, esos referentes lo marcaron de alguna manera. Cuenta que una vez quemó varios cuadros, porque no había hecho la imprimación correcta, tendría unos doce años, cuando descubrió que antes de pintar había que preparar la tela, el secreto era sencillo, había que hacer  una especie de engrudo , obtendría así, el “prestigioso” producto que tensaría sus telas, ¡el mismo con el que confeccionaba sus cometas! .  Me alcanza un muestrario de obras en fibra con enduído y me explica que son trabajos que realiza como diseñador, interesantes formas y colores para decorar paredes, es uno de los tantos “oficios” de Julio, que le brinda libertad para crear. ¿Artista y docente?  Todo un tema, empezó hace más de diez años, al principio con cierta vergüenza, y con los años se viene afianzando cada vez más. Advierte que hay que tener muy en claro lo que hay que enseñar, comunicar claramente las ideas, esto le ha permitido “dejar lugar en la cabeza” para otras cosas. “Sacar lo que uno tiene adentro y darlo, esto te permite que entre más conocimiento”.  ¿Cómo se gestan tus trabajos? Está convencido que el artista debe hacer, no teorizar tanto, sino pintar, y pintar lo que uno quiere, investigar en la acción, con el material. Genera obra desde la imaginación, desde sus memorias, aquello que alguna vez vio y le resultó “simpática” y que después sale a la luz resignificado. Reconoce que alguna vez  registraba todo por escrito, pero luego vio que era inútil, la producción iba más rápido que la escritura.  Por estas horas, se viene volcando cada vez más a la abstracción en pequeño formato, donde el momento creativo pasa por lo pensado y por el azar, la grafía y el gesto de lo concreto se visualizan y subyacen como un fuerte componente creativo, atravesando toda su obra. Mayormente cada cuadro es original e irrepetible, manejando el enduído y las tintas con gran maestría. El color siempre equilibrado, un muy rico balance entre cálidos y fríos, entre textura y planicie. Predica con el hacer de la obra, ella habla por sí sola innovando, probando nuevos materiales y mixturas. Se siente muy cómodo en diferentes formatos y superficies, no le teme al espacio cromático  de grandes planos, habida cuenta de la sensación que produce el color según los tamaños,  tiene una intuición muy fina y muy sensible, para armonizarlos correctamente. Su estilo es  difícil de clasificar, pero notamos una tendencia al expresionismo abstracto. Artista muy atento a su entorno,  incursiona por nuestro río y a través de apuntes escritos, se entretiene con el rico panorama  humeño, rescata formas y colores fundamentales, y ayudado de su memoria visual, genera paisajes al oleo de gran calidad técnica. También tuvo su etapa de pintura-denuncia-social, personajes miserables revolviendo la basura, como así también otras que reflejaron la dura realidad.  Ha ganado premios en diferentes concursos, Isusa, Salón de San José, siendo aceptado en otros eventos artísticos donde expone sus obras.  Innumerables exposiciones en nuestra ciudad y en todo el país, avalan su gran performance, actualmente está  preparándose para exponer en el balneario La Paloma.  ¿Cómo ve al artista en estos tiempos?. Dice que el artista siempre está haciendo insumos, a diferencia del músico que hace una melodía y luego veinte teniendo aquella como modelo, el artista no, mientras hace un cuadro, ya se está jugando con los costos, y si le sale mal o no pudo resolver algún problema de composición, forma o color ya está perdiendo, por lo tanto su producción decae. Por otro lado, en nuestro país, no se consume arte, no hay una política adecuada, al artista se la hace muy difícil vender. Hay que agregarle que al artista se lo ve con malos ojos, aun estamos atrapados en que debemos tener un titulo de algo, aunque detrás de ese “papelito” no haya conocimiento de ningún tipo. Arte como recurso de vida. El artista pertenece a la sociedad, en ella se desarrolla y se proyecta, vive y sufre y debe tener garantizado el derecho de poder vivir de lo que hace, pero es necesario cambiar algunas cosas, no se puede concebir que el pintor no pueda vender su obra al exterior, hoy es imposible dado que hay una ley que no lo permite. Eso debe cambiar ya mismo. Nuestros pintores están atrapados en una trampa jurídica, son reconocidos pero no se les permite crecer y mucho menos abrirle puertas al exterior para vender sus obras. Tampoco son contemplados para jubilarse como tales. Agrega por último que el arte es para consumirlo, como la comida diaria, debe formar parte de la vida cotidiana… Amigos, voy dejando a este gran artista nuestro, excelente dibujante y pintor, una persona convencida de que se deben hacer cosas que sirvan para la sociedad, de que hay que defender más al artista visual y desde su trinchera no caben dudas que  lo está haciendo, desde su lugar como artista y como docente, dejando espacio en la cabeza.  Hasta pronto.







Obra donde se aprecia el gran énfasis en la linea y la armonización del color, diseño dinámico de un tema popular interminable.


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